Cuando alguien decide marcharse siempre existe otro alguien que querría que se quedase.
No puedo pedir, ni reclamar que te quedes, solo me queda despedirte, echarte de menos en las tediosas horas del estío que me embriaga en la rutina, sin saberte cerca y sin poder leerte.
Hace poco tiempo empecé a leerte y a sentirme como soy, incluso me hiciste un regalo, precisamente por esa parte que escondía y temía de mi misma.
He soñado con tus clases, con tus tardes de niños imposibles para el resto y diamantes por pulir en tu mirada.
Hay un cuento de la tradición judía, que cuenta que un hombre bueno se conocerá por el fruto sembrado en el corazón de la gente que le rodea, tu estimado amigo en las letras, TIENES UNA LEGIÓN DE ANGELES QUE HAN DADO FRUTO, Y HAS HECHO DE ELLOS Y EN ELLOS UNA GRAN OBRA DE ARTE.
TU REBELDÍA DA FRUTOS DE AMOR.
HASTA PRONTO MAESTRO DE VIDA!!!!!!
Nota: Dejo el link del regalo que un día me hiciste para todo el que quiera conocerte y para no olvidarme nunca de tu generosidad conmigo.
